Las baterías y pilas contienen diversos metales pesados y químicos muy tóxicos.
Si al agotarse las tiramos a la basura, las pilas y baterías llegan a los vertederos y estos metales y químicos se liberan impactando altísimamente en el ambiente, contaminando el agua y el suelo.
Se calcula que 1 pila primaria alcalina contamina 167.000 litros de agua.
¡Por eso es muy importante tratarlas de forma adecuada!
¡También intentar reducir su generación lo máximo posible para lo que podemos usar baterías recargables!
Hay varios tipos de baterías. Entre las más comunes podemos encontrar las baterías de plomo y ácido y las pilas de pilas de óxido de plata.
Las baterías de plomo y ácido incluyen las baterías de automóvil, las de sistemas de alimentación ininterrumpida, las baterías de maquinaria industrial, las baterías de motocicletas, y otras baterías comerciales. Estas se pueden reciclar hasta en un 90%. Se reciclan trozándolas, neutralizando su ácido, y separando los polímeros del plomo. Los materiales recuperados se usan para diversos fines, incluyendo la fabricación de baterías y pilas nuevas.
Las pilas de óxido de plata son las que se usan en juguetes, controles, relojes. Estas contienen mercurio, el cual es necesario tratar adecuadamente para evitar la liberación de mercurio al medio ambiente. Las pilas de óxido de plata se pueden reciclar y recuperar su contenido de mercurio.