Los Aceites Vegetales Usados (AVUs) son aquellos que provienen o se producen a partir de la cocción o preparación mediante fritura total o parcial de alimentos.
Un litro de ese aceite contamina hasta 1000 litros de agua, lo que equivale a la cantidad de agua que consume una persona en 14 años.
Su potencial impacto negativo en el ambiente es muy fuerte si no son correctamente tratados. Los principales problemas asociados al incorrecto descarte de estos aceites son: la obturación de cañerías y desagües; la degradación biológica de cursos de agua (ya que ocasionan una disminución del oxígeno disponible en ellos); y su uso ilegal como insumos para la industria alimenticia (para margarinas, aceites-mezcla y derivados de menor calidad).
😅¡Pero podemos reciclarlos!😅
Los aceites de cocina usados, recogidos selectivamente, pueden recibir tratamientos mediante los cuales se preparan para la producción de biocarburantes, jabones y otros usos en la industria química (ceras, barnices, otros), reduciendo así el uso de recursos procedentes de materias primas e impulsando la actividad económica y empleos más verdes.
Otra alternativa es convertir el aceite usado, mediante un proceso industrial, en biodiesel, que es un recurso energético renovable y genera menos emisiones de CO2 que el gasoil mineral. La producción de biodiesel (BD100) a partir de aceites usados comporta un ahorro de energía fósil del 21% en relación al uso de aceites crudos y un ahorro del 96% de energía fósil respecto a la producción del diésel.
Para que los aceites puedan ser reciclados, es preciso:
• Esperar a que el aceite usado se enfríe.
• Colocar el aceite en un recipiente plástico (por ejemplo, botellas o bidón de 5 lts). No mezclar con agua u otros líquidos y no mezclarlo con aceite de motor.
•Guardar la botella para poder ir juntando todo el aceite consumido y al llenarse, cerrarla bien.