A continuación, haremos un repaso de los distintos tipos de plástico, su uso más habitual antes y después del reciclado, su facilidad de reciclaje (en una escala del 1 al 4 en la que 1 es muy fácil y 4 muy difícil) y las sustancias tóxicas más habituales en cada uno de ellos, según el informe “Desengancharse del plástico” de Ecologistas en Acción.
Como te comentamos en el apartado de Residuos Reciclables Secos (inorgánicos) en la Planta Sirve los plásticos que se reciclan en este momento son:
○ PET cristal
○ PET azul y verde
○ PET aceites
○ NYLON cristal
○ Soplado mix
○ Soplado amarillo
○ Soplado blanco
¡El resto de los plásticos podés guardarlos en ECO botellas y acercarlos a las campañas de reciclaje que las recibe!
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1. PET o PETE (tereftalato de polietileno)
Se emplea en botellas de bebidas como refrescos o agua, además de otros envases ligeros como paquetes de comida, botes de crema y otros usos farmacéuticos. Su segunda vida es habitualmente nuevas botellas, textiles para prendas de vestir, alfombras, maquetas, lonas y velas náuticas o hilos y cuerdas. Su nivel de facilidad de reciclaje es 1 y las sustancias tóxicas que contiene son antimonio, formaldehido, acetaldehído y ftalato. Supone el 11% de residuos plásticos en el planeta.
Cómo reciclar PET: A pesar de que no será necesario quitar las etiquetas o tapaderas de estos envases, sí es muy importante asegurarse de que su contenido se ha vaciado completamente, por lo que se recomienda enjuagar y secar este tipo de plásticos antes de llevarlos al contenedor amarillo.
2. HDPE (polietileno de alta densidad)
Se utiliza en numerosos envases no transparentes como botellas de leche, detergentes, paquetes de comida o de aceite para motores. Su uso tras el reciclado suele ser para nuevos envases, cajas, macetas, contenedores de basura, juguetes, tubos, piezas de mobiliario urbano y de jardín o nuevas botellas de detergente. A pesar de que su nivel de facilidad de reciclaje es 1, es un material más resistente que el PET, y contiene antimonio como sustancia tóxica. Comporta el 14% de residuos plásticos en el medioambiente.
Cómo reciclarlo: Al igual que el tipo 1, lo más recomendable es que nos cercioremos de haber vaciado y lavado los envases de este tipo de plástico para garantizar un correcto reciclado (de nuevo, va en el contenedor amarillo).
PVC (policloruro de vinilo)
Empleado en tarjetas de crédito, tuberías y otros materiales de construcción, revestimiento de cables, pieles sintéticas y marcos de puertas y ventanas. Se puede reutilizar tras su reciclado en suelas para calzado, reglas, otros artículos para el hogar, muebles para exteriores y tubos para el riego. Es uno de los tipos de plásticos más difíciles de reciclar situándose en un nivel 4, y la sustancia tóxica que lo integra es nonilfenol. Implica el 5% de residuos plásticos.
Cómo reciclar PVC: Al ser un tipo de plástico muy resistente, sus componentes químicos hacen que el PVC sea un plástico muy difícil de reciclar. A pesar de ello, es un tipo de material muy versátil que puede volver a utilizarse si se lleva al lugar adecuado para ser reciclado donde cuenten con la tecnología pertinente para tratar este tipo de plástico.
LDPE (polietileno de baja densidad)
Con este tipo de plástico se elaboran el film adhesivo, las bolsas de la compra, el plástico de burbujas, botellas más flexibles, bolsas de suero, ampollas flexibles o aislantes de cableado. Pueden convertirse en el mismo producto de origen en su reciclado, además de tener otros usos como muebles, macetas, tubos o membranas aislantes. Su reciclabilidad es factible al tratarse de un nivel 2, y contiene las sustancias tóxicas ftalatos, aldehídos, cetonas, ácidos y carboxílicos. Por su parte, entraña el 20% de los residuos plásticos en el planeta, uno de los porcentajes más elevados.
Cómo reciclar LDPE: ¡Ojo con el LDPE! Su baja densidad provoca que en muchas ocasiones contamine a otros materiales durante los procesos de reciclado y arruine la posibilidad de que tengan una segunda vida. Lo más recomendable es separarlo de otros tipos de plástico que sí se pueden reciclar más fácilmente y asegurarnos de dónde recogen en nuestra localidad estos plásticos.
PP (polipropileno)
De polipropileno están hechos los tapones de botellas, las pajitas, los tupperwares, las neveras portátiles, piezas de automóviles, fibras de algunos tejidos, alfombras, lonas e incluso pañales o material médico como jeringuillas. Tras su reciclaje puede constituirse como contenedores para transporte, equipos de jardinería, sillas de plástico, textiles, escobas, cubos de fregar o raspadores de hielo. Al igual que el LDPE, su reciclabilidad es de nivel 2. Contiene muchas sustancias tóxicas como ftalato, aldehídos, cetonas, ácidos, carboxílicos, fenol y sustancias perjudiciales estimulantes de la esclerosis. Supone el 19% de residuos plásticos.
Cómo reciclar polipropilena: ¡Buenas noticias! El polipropileno es uno de los tipos de plásticos 100% reciclable, lo que lo convierte en el candidato ideal para el consumo circular, es decir, para tener una nueva vida en un producto diferente. Al igual que en el caso de los tipos de plástico 1 y 2, se aconseja limpiar y secar el polipropileno para facilitar el proceso de reciclado lo máximo posible.
PS (poliestireno)
Estos tipos de plásticos se encuentran en materiales térmicos como vasos para bebidas calientes, envases de yogures, cubiertos de plástico, hueveras, rellenos para embalaje, bandejas de comida, aislantes, piezas de electrodomésticos y juguetes. Su uso tras el reciclado suele ser como aislamientos térmicos, material de oficina, perchas, macetas o cubos de basura. Su nivel de reciclabilidad se sitúa en el 3, lo que lo convierte en un material de difícil reutilización. Por otra parte, contiene como sustancias tóxicas antimonio, bromo, estireno, etilbenceno, tolueno y benceno. Comporta el 6% de residuos plásticos en el medioambiente.
Cómo poliestireno: Este tipo de plástico ligero y durable puede llevarse al contenedor amarillo junto con otros plásticos ligeros, a pesar de que su reciclabilidad esté por debajo de otros como los tipos 1, 2 y 5. Aunque este material no es muy versátil, sí que puede reutilizarse altamente para volver a crear piezas de poliestireno.
Otros tipos de plásticos
Aquí se incluyen las mezclas de varios tipos de plásticos empleados en artículos electrónicos, electrodomésticos, piezas industriales, artículos médicos, garrafas de fuentes de agua o colchones. Se pueden transformar tras su reciclaje en fibras de nailon, discos compactos o piezas de coches. Lamentablemente, al no conocer con certeza los tipos de resinas que contienen, su reciclabilidad alcanza el nivel 4, es decir, prácticamente imposible. Puede integrar componentes tóxicos como el antimonio, el bromo y el bisfenol A y ostenta la cifra más alta de residuos plásticos en el planeta con un 24%.
Cómo estos otros tipos de plásticos: Desafortunadamente, estos tipos de plásticos se caracterizan por ser difícilmente reciclables dado su mezcla de numerosos tipos de plástico, resinas y otros micromateriales. Si nos tenemos que deshacer de algún producto que esté marcado como tipo 7, podemos minimizar su impacto ambiental haciendo una búsqueda para encontrar un lugar en nuestra localidad que permita el depósito de este tipo de plásticos cuando ya no los utilizamos.
¿Por qué es el plástico tan difícil de reciclar?
La composición química del plástico juega un papel fundamental en la dificultad de su reciclaje. Las moléculas que lo conforman, llamadas polímeros, poseen una gran capacidad de resistencia ante la acción natural de microorganismos que degradan las materias orgánicas. Asimismo, es bastante habitual que los plásticos lleven aditivos que otorguen al material aún más durabilidad, unas propiedades que hacen que el plástico pueda tardar cientos de años en descomponerse en la naturaleza.
Una alternativa que está tomando fuerza en los últimos tiempos para evitar la contaminación extrema de los plásticos convencionales son los plásticos biodegradables. Este tipo de plástico es aquel que los organismos vivos pueden consumir como fuente de carbono y, por tanto, descomponer. Algunos son hechos de materias primas orgánicas renovables, como la yuca, el maíz, la patata o el plátano, y ya podemos encontrarlos en numerosos productos, especialmente como envoltorios.
Es importante ser consciente de que los plásticos biodegradables no se descomponen en todas las situaciones y que muchas plantas de tratamiento y vertederos no están equipados para manejarlos correctamente. Aunque son una alternativa más sostenible a los plásticos convencionales, todavía es fundamental reducir el uso general de plásticos y mejorar los programas de reciclaje para proteger el medio ambiente.
Esta puede ser una buena hoja de ruta para conocer mejor el plástico que pasa por nuestras manos y el impacto de su creación y uso en el medioambiente. Sin embargo, para aspirar a un planeta más limpio y a un consumo más sostenible, es muy importante ir reduciendo poco a poco la cantidad de plásticos que empleamos a diario e intentar sustituirlos por materiales reutilizables, más duraderos y, especialmente, que no comporten un solo uso.